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¡Qué alguien piense en los niños!

12 May

Después de escuchar mucho acerca del “Mercado del Dulce” (mejor conocido como Mercado de La Merced), decidí ir a hacer mis compras en ese lugar.

Debo aclarar que lo que había escuchado del mercado no era necesariamente bueno, lo que es más, un paquete de barras de amaranto que encargué de ahí hace unos años, tuvieron como destino el bote de la basura después de que le encontré a una un cabello.

Total, que es un área muy difícil de transitar, y si bien el costo de los productos es bajo, la pérdida es total una vez que se les encuentra algo.

Compré una caja de gomitas de leche, y debí sospechar de su procedencia desde el momento en que noté que la parte de abajo del paquete estaba hecha con cartón (¿recliclado?) de rastrillos para rasurar.

 La caja, en la basura.

La caja, en la basura.

Pero no, no desconfié. Puse las gomitas en un frasco, y comí varias… hasta que derretí una de ellas sobre un pan (así son mis mañas), y descubrí una cucharacha, ya sin patas (ni alas, supongo), pero con una cabeza unida a un cuerpo a medio derretir.

Y como he dicho siempre, yo ya no importo, pero esos dulces se venden a los niños, ¡los niños!, y me da mucho asco pensar las cochinadas que les andan dando a los chamacos.

El engaño, no obstante, no terminó ahí. Compre unas Mangomitas, la del puesto pensó que yo no sabía leer, y me dijo que el bote traía 1 kilo y 100 gramos, aunque la etiqueta claramente dice “1 Kilo”, bueno, pero los productores de dicho confite tampoco fueron a la escuela, pues dice que la porción contiene 408 kilojoules, equivalentes a 6 kilocalorías, esto es, casi 100 menos de su equivalente real.

¿Kilo qué?

¿Kilo qué?

Y la Profeco, bien gracias.

Por último, me voy a quejar de la Pizza Charly, la de  Cuitlahuac, en Avenida Ceylan 318 . Col. Cosmopolita . Azcapotzalco (aclaro para no echarle tierra a otra).

Se me antojó, se me ocurrió comprar algo de lo que no tenía referencias. ¿Las consecuencias?  Un par de mini tortillas de harina con un queso grasiento, sin salsa, sin los ingredientes que decía la hoja, y más cara que las de marcas comerciales como Dominoe´s o Pizza Hut.

¿Cuándo se le quitará a uno lo menso?

Un dibujo bien rockero en metro Polanco

21 Jun

Qué lejos están ya las aportaciones gloriosas de los grandes muralistas Mexicanos.

 

Hace unos meses, pasando por metro Auditorio, me encontré con un mal chiste coloreado de “arte” en una de las salidas. Un dibujo a gran escala de diferentes personajes del rock comercial: Gene Simmons con cuerpo de perro, la tumba de Jim Morrisson  – imagen más obvia que seguramente tenía de él el autor -,  en una esquina Slash con su popular disfraz de Marc Bolan, y en el centro, Kurt Cobain y Courtney Love.

 

Antes de preguntarme qué aportación a la música ha ofrecido Hole, es también importante mencionar que el autor escuchó que Janis Joplin tenía el sobrenombre de “La bruja cósmica”, motivo por el cual, en un episodio de iluminación creativa, dibujó a Janis Joplin en la parte superior, con el cielo nocturno de fondo, vestida como bruja de Halloween y volando en una escoba.

 

Espero que más bien se trate del trabajo de alguna adolescente que cree que está descubriendo el rock a partir de lo que ocurrió hace 20 años, y que sus amigas no tienen la capacidad de apreciar porque Justin Bieber no es músico (como Kurt), y no entienden que el grunge fue revolucionario en la historia de la música.

 

Eso explicaría por qué la gente tomaba fotos con su celular del dibujo en cuestión, si grunge=rock, entonces: dibujo de la secu=mural.

Hip-erróneo

29 Abr

Vivo en un lugar muy lejano, donde las modas se vuelven ridiculez sin que lo note y la aceptación no es una meta entre extraños, así que fue ligeramente sorpresivo cuando me enteré que un actor calvo llamado Ryan (no me acuerdo el apellido) era denominado “Hipster”.

Se me ocurrió indagar un poco en el tema, y todo parecía indicar que se relacionaba directamente con la definición de “goon”.

El Universal ya explicó hoy qué era un hipster, así que haré una breve recapitulación de qué es un goon:

  1. Personaje de alto grado de fracaso social y personal, cuyas metas se componen de tratar de ser superior o diferente, sin importan su grado de inadaptación, irrelevancia o intrascendencia.
  2. Bajo grado de madurez emocional e intelectual, haciéndolo incapaz de relacionarse de manera efectiva con otras personas. Situación que tiene como consecuencia lógica el pensar que los demás son los que están mal y tienen problemas para comprenderlo.
  3. Necesidad de convivir con personas con pocos logros personales, que retroalimenten su bajo rendimiento y compartan los mismos intereses.
  4. Sus actividades se concentran en labores poco competitivas, generalmente estructuradas o diseñadas para personas en edad infantil, o de índole bélico.
  5. Relacionado a lo anterior existe un franco miedo a crecer y a los cambios.

Un “goon” es, por supuesto, un usuario nacido en los foros de Something Awful; jóvenes y adultos que no pudieron adaptarse a la competitividad de una sociedad centrada en el éxito económico y la belleza física como medio para acceder a un rango social alto. Los goons no solamente no son atractivos o inteligentes, sino que se sienten incapaces de compensar esas y otras carencias, así que simplemente deciden enorgullecerse de lo que tienen, llegando al autoengaño en grados patológicos.

Cito el caso de una goonette, quien con sobrepeso, y ante la alerta de su médico para bajar de peso si no quería seguir padeciendo falta de oxigeno, desestimó el diagnóstico para decir que todos los doctores eran unos ignorantes porque no podían descubrir el síndrome que padecía, y que la estaba matando con los constantes episodios de sofocaciones.

Entonces, ¿un goon “evolucionó” para ser hipster?, no necesariamente. Al parecer un hipster es una persona que ha olvidado que ya no tiene 16 años, y que las modas de los 80’s ya no van a regresar. Las tiendas pueden vender los mismos modelos, y ellos pueden reutilizar la ropa de los jóvenes de esa época, pero el presente nunca será un buen momento para tratar de revivir lo que ya no existe.

Todo está en cambio constante, en movimiento, y aunque se quiera vivir en un solo estado de manera constante el medio de ayer, o de hace 1 hr. ya no es el mismo. Los hipsters quieren crear su propia realidad en la que el resto de la sociedad no los toca, no los reta, no los juzga y no les pide nada a cambio, anhelando una existencia más allá de lo material en donde  se tiene una vida maravillosa solamente con pensarlo, escribirlo o fotografiarlo, pues no hay obligaciones ni compromisos.

No culpo a los hipsters por no querer entrar a un juego en el que claramente van a perder, aunque no se han dado cuenta que es imposible escapar de “los demás”, y comprar aparatos electrónicos caros a los que sólo un pequeño porcentaje de la población mundial tiene acceso les está siendo suficiente para sentir que son privilegiados, sin contar con el uso regular de medios que se concentran y contribuyen a generar una cultura de las apariencias.

Puedo resumir que, en mi opinión, un hipster es una persona con mucho miedo a enfrentar la realidad sin disfraz.

«No Necesita Azúcar»

28 Oct

Existe un serio problema con la alimentación de los Mexicanos, pero no es culpa de los alimentos, sino de los productos que se hacen pasar por ellos.

Vamos a decirlo claro: Las personas están consumiendo una importante cantidad de químicos, grasas y azúcares disfrazados de comidas y bebidas.

Pero hay que decirlo más claro: Las grasas y los endulzantes naturales son absolutamente necesarios para el buen funcionamiento del organismo, eliminarlos o catalogarlos como nocivos puede acarrear graves trastornos a la salud.

No obstante se ha insistido en que lo más conveniente es eliminar las grasas y los carbohidratos como medida para controlar el peso, sin tomar en cuenta que la mayor parte de la gente de cualquier manera no está consumiendo grasas animales o vegetales, sino producto de un proceso de hidrogenación, esto es, sustancias que no se encuentran en esas condiciones en la naturaleza sino que han sido alteradas por el hombre.

Lo mismo ocurre con los azúcares, el aspartame es un ejemplo de ello, pues es un componente químico que proporciona un sabor dulce a quien lo consume pero ningún beneficio nutricional.

Durante décadas se ha cuestionado el uso de aspartame para consumo humano, y desde que yo tengo memoria se han ponderado los supuestos beneficios de los endulzantes artificiales como panacea para los comedores compulsivos, y personas que quieren estar delgadas sin hacer ejercicio alguno y con la posibilidad de “comer todo lo que quieran”.
Incluso he encontrado algunos debates en los que personajes “conocedores” hablan sobre la falta de evidencia de que la vida de antes, más natural, fuera realmente más benéfica, como si la enorme cantidad de personas con obesidad y el cambio en las causas de mortandad de la población mundial (en la que las enfermedades crónicas como la diabetes van a la cabeza) no fueran suficiente evidencia.

Es por eso que me parece de lo más alarmante que TODOS los polvos saborizantes para agua tengan aspartame, especialmente si se toma en cuenta que la mayoría está dirigido a la población infantil.

Uno de los puntos clave en los hábitos alimenticios actuales es el que las personas ya “no tienen tiempo para comer”, lo hacen caminando en la calle, parados en los andenes del metro, o mientras trabajan. Y si eso hacen los adultos con ellos mismos, ¿podemos esperar que traten diferente a sus hijos?
Preparar agua de sobre para beber es una opción que se ve como más moderna, adecuada al estilo de vida corriente, en el que el esfuerzo debe estar enfocado a la comodidad y el placer, incluso por encima de cualquier tipo de desarrollo personal.

Los daños a la salud que se cree ocasiona el consumo de aspartame no se han difundido de manera importante a pesar de su contundencia y severidad. Recuerdo que el periódico El Universal publicó hace como 7 años un estudio científico en el que se notificaba que los endulzantes artificiales tenían un impacto negativo en el organismo ya que se acumulaban al no poder ser procesados como ninguna sustancia conocida, un estudio similar se publicó este año, lo que deja ver que estos episodios son cíclicos: Científicos dicen que es algo serio, un grupo más sale negándolo.
Los experimentos han sido llevado a cabo en ratas, porque a diferencia de las empresas que venden productos endulzados con aspartame, los investigadores no han realizado trabajos con humanos, pero los resultados han registrado problemas que van desde los trastornos intelectuales hasta el cáncer.

Hace más de un año, con la firme intención de hacer esta entrada, compré varios sobres de endulzantes, me faltó el Kool-Aid que también contiene aspartame. Los probé todos y como aún recuerdo cómo sabía el TANG de hace 20 años quiero decir que los polvos actuales son repugnantes. Todos tienen un “no sé qué” que deja una sensación de cosquilleo metálico en la garganta.
No me gusta el agua sola, pero si tengo flojera de hacer agua de sabor prefiero hacer dos litros de té para tomarlos con un chorrito de leche antes que volver a probar uno de esos polvos artificiales.

El Subdesarrollo

8 Ago

Último día “libre”, mañana a muchos jóvenes les cambia la vida, y por primera vez pisarán la universidad como estudiantes.

No todos queríamos ser universitarios, y está bien que nadie sea obligado a ser algo que no quiere, pero quedarse en una sola etapa es completamente patético; sobre todo cuando ésta ya se fue.
Veamos algunos casos recientes:

– Hugh Hefner, dueño de la primera revista pornográfica de difusión masiva, fue plantado por su “novia” de 24 años hace algunos meses. La joven, en un afán de buscar publicidad, declaró en el programa de Howard Stern que Hefner era, sexualmente hablando, justo lo que parece: Un viejillo.
¿Cómo respondió Hefner?, como todo lo contrario: Cual jovencito acnéico de 17 años con un ego herido, diciendo que se había acostado con ella muchas veces, que el sexo había estado muy bien, y que se sentía muy contento con sus nuevas novias.
El hombre tiene dinero, fue exitoso en su empresa, viajó, se publicitó, pero la dignidad nunca llegó.

– Maribel Guardia, una señora con unos genes privilegiados y de una belleza natural que ya quisiera Madonna (otra que no se sabe comportar más que como adolescente insegura), se presenta en una serie de comerciales, con la cara llena de botox, a criticar las fotos de señoras que, “ugh”, han envejecido.
Y echa el rollo, que si tener la misma edad pero sin parecerlo, que si tratar de verse de la mejor manera por el mayor tiempo posible, bla, bla, bla. Me imagino que se ha visto en un espejo, pero dudo que se haya tomado el tiempo de compararse con otras personas; incluso el idiota que hizo el guión del comercial tuvo que haber estudiado lo suficiente como para aprender a manipular los miedos de las señoras de edad, pero prestarse a explotar esos miedos con un fin económico es, como ya lo he dicho muchas veces, atroz.
¿Quién le dio a Maribel Guardia el derecho de criticar a los demás?, ¿quién la creer superior sólo por ser físicamente atractiva?, ¿y el talento?, ¿la creatividad?, ¿la empatía?
Alguien con tantas carencias siendo la portavoz de los “ideales femeninos” es un chiste. ¡La mujer canta una mutación de “Viva la pappa col pomodoro”, por amor de Dios! Ni mi sobrinita de 6 años se sentiría cómoda cantando algo sobre papas con tomate…, pero no estamos hablando de Justin Bieber (aún).

– Jeniffer Lopez, no es propiamente un caso de “hacerse viejo sin haber crecido”, pero esa canción de la Lambada (“On the Floor”) es una digna representante.
No sé cómo empezó todo esto de “voy a tomar una parte de una canción exitosa de hace 20 años, la voy a vender como si fuera un sonido nuevo y me voy a hacer millonario” pero creo que tiene todo que ver con la tristeza que la mayoría de las personas sienten cuando el tiempo va pasando.
Todos lo antiguo se relaciona con un momento en el que invariablemente fueron más jóvenes, ya sea la infancia, adolescencia o incluso una edad “menos adulta”. Entonces, todo lo viejo es aceptado, pero para evitar el lógico contraste con la realidad (que el pasado ya fue y el tiempo no vuelve) se les dice que el producto es actual. Lo mismo pasa con las modas; ropa, peinados, diseños de carros. Se hace un énfasis en la tecnología como privilegio para alcanzar ese estado en el que se pueden seguir repitiendo ciclos.
Claro, cuando escuche el estribillo del “laaaaa, lara lara” dije: “qué bien, tomaron una buena parte de la canción brasileña y seguro invirtieron miles en un producto que redituará millones”, pero me llevé una enorme decepción cuando escuche la canción completa y me di cuenta que los mismos 8 segundos se repetían, y se repetían, y se repetían. Lo peor es que también se repetía esa frase de “Dance the night away” popular hace 30 años…

Mi consejo: A bailar algo que valga la pena.

Muerte y ceguera

10 Jul

Apenas podía creer que fuera real, en este mundo es importante respetar la lógica, por eso resulta imposible pensar que el narco hubiera matado a Facundo Cabral.

Y no sucedió realmente, aunque se empeñen en decir que fue un sicario que iba a matar a otra persona, el hecho es simplemente inverosímil.

Pero si entendemos que Facundo Cabral era un músico, un poeta, un hombre de paz, un ciudadano del mundo que no callaba ante los errores de los gobiernos, un ser que vivía feliz aún después de haber perdido a su esposa e hija en un accidente aéreo, entonces se ve más claro quién lo mató y por qué.
Facundo ya había sido víctima de la persecución de grupos de derecha, pero hasta ayer ese hombre tenía 76 años de edad, necesitaba un bastón, y si no mal recuerdo, casi no veía.

Qué fácil decir que fue el narco, tratar de ensuciar la muerte de un hombre que merecía vivir.

Y que fácil también creer que no hay esperanza.

La trampa de un dialogo que se convirtió en discurso

24 Jun

Me parece que quienes pierden tras el supuesto dialogo entre Calderón y las víctimas de la delincuencia organizada son, como siempre, todos lo que habitamos este país.

Nadie esperaba que Calderón escuchara, pero es trágico que evadiera responder a un reclamo y prefiriera declamar con estudiada dicción ese mismo discurso oficial en el que la autoridad no se equivoca, pero sí sabe de excusas y justificaciones.

Calderón usó como argumento, ante la ineptitud de su gobierno, un montón de máximas obvias; por supuesto que Sicilia no pedía que se dejara a los delincuentes operar libremente, ni que los secuestradores se rediman, nadie con sentido común y amor por este país espera que los criminales sean los que cambien y que las autoridades bajen las armas.
Pero en este momento ya sabemos que todos los representantes de la ley están coludidos en alguna manera con los criminales, y por eso es que no estamos hablando de buenos y malos, sino de una situación en la que la población es atacada por el propio sistema, y no sólo esta sufriendo por los errores del gobierno sino que el gobierno los está considerando indignos de su atención.

Comentaba Calderón que la violencia no está por el ejercito, sino que porque existía la violencia es que habían acudido, y eso ya lo sabemos, lo que queremos escuchar de él es qué piensa hacer ahora que el ejercito no logro controlarla, que la violencia va en aumento, y que el resultado de su guerra contra el narcotráfico ha sido: Aumento de producción, aumento de consumo, aumento de poder entre los narcos, y su infiltración a todos en las instituciones oficiales.

¿Entonces?, nos quedamos como siempre, con un presidente autoritario, incapaz de ver mas allá de lo evidente, y que se siente atacado porque la gente está harta de su estupidez, como si todos debiéramos quedarnos callados y rezar mientras vemos que la nación es entregada directamente desde Los Pinos a los peores sádicos.

Ansiedad y «ansiedad por comer»

2 May

Ya que hablamos de obesidad, en esa absurda obsesión por culpar a los alimentos de la falta de control que tienen muchas personas para consumirlos (y más que nada, para UTILIZARLOS) encontré un mensaje francamente aterrador.

¡Decía que los frijoles y las tortillas engordaban!

No explicó el fulanito (un tal James), cómo es que a las personas de las comunidades rurales, cuya dieta está muy centrada en dichos ingredientes, no les afectaban esas calorías.
Eso claro sin contar que los cereales, como el frijol y el maíz, siempre fueron fundamentales en la dieta de los Méxicanos, y NUNCA en más de 3,000 años, nos provocaron obesidad.

Supongo que para él eso no está relacionado con el sedentarismo, ni con la cantidad que se consume… no, a los frijoles y las tortillas hay que consumirlos con mesura y, en el colmo de la idiotez le sugería a la consultante que después de comer se lavara los dientes para quitarse el sabor a comida, ¡como en los peores años del condicionamiento animal!
Pero eso no fue lo más nefasto, ¡también le recomendó utilizar la comida para premiarse! Como si su relación con los alimentos no fuera ya lo bastante disfuncional había que clasificar el proceso natural, necesario y agradable de nutrir al cuerpo como “bueno/malo” dependiendo del momento en que consumiera esa comida que le resultaba rica al paladar.

¿De dónde salen estas personas?, ¿no saben nada acerca de las dinámicas detrás de una incesante búsqueda por un placer inmediato?

Bueno, es obvio que no. Pero si alguien llega a esta entrada buscando información sobre como “dejar de comer” mejor busquen ayuda profesional, o háganse responsables de su propia salud, equilibrio mental y físico. Todos tenemos impulsos y cuando éstos se salen de control lo mejor es lidiar con ellos, con terapias cognitivas, apoyándonos en las personas que nos rodean, enfrentando nuestros miedos y frustraciones.

Lo mío no es el choro inspiracional, pero tampoco el ver como una pandilla de papanatas se sirve de los conflictoss emocionales de los comedores compulsivos, así que agarren la onda y dejen de leer consejos fáciles a problemas complejos, los cuales, no son imposibles de resolver.

Una cosa llamada Herbalife

2 May

Una cosa llamada Herbalife

Los denominados productos milagro son el pan nuestro de cada día, desde que las personas ven el esfuerzo y la disciplina como un castigo ridículo de Dios resultado de la desobediencia de Adán y Eva, algunas empresas encontraron la mina de oro explotando esos defectos.

Muchos pensarían que las personas que consumen dichos productos son además ignorantes, tontas, o que en el mejor de los casos, su depresión y desesperación les impide pensar de manera lógica.
Y eso es cierto.

Un familiar mío ha padecido de sobrepeso (como resultado de un problema emocional) toda su vida, y sigue comiendo sólo por angustia.

Entonces descubrió una nueva receta para solucionar su problema, no el real, sino el de la comida, unos productos de “Herbalife”.
Me pidió que investigara si funcionaban y eso hice, los resultados fueron contundentes: No funcionan, son adictivos y las personas que los venden y producen han creado una mafia.

Leer las opiniones de los “redimidos” de la gordura y de los redentores fue realmente escalofriante, el que las mismas letanías se repitieran con las mismas palabras en personas de distintas edades y países es un ejemplo bastante obvio de un proceso de lavado de cerebro.

Las personas que venden Herbalife no se perciben como pequeñas creaturas patéticas que cada mañana acuden a recibir una dosis de químicos alrededor de una mesa con jarras y vasos de plástico, no señor, ellos son “triunfadores”, son “lideres” que no se conforman con hacer ejercicio y llevar una vida sana, quieren más, quieren dinero y justifican su avaricia e imposibilidad de encontrar un trabajo decente diciendo que “ayudan a los otros”.
¡Y que si ayudan!, algunos argumentos decían que los doctores sólo querían mantener a la gente enferma, pero claro, Herbalife era una corporación tan maravillosa que donaba productos a los pacientes de cáncer, ¡como sustituto de comida!
Y en ese dejo de altruismo tenían tiempo de decir que quienes no estaban de acuerdo con los productos eran simples miserables, “los demás” perdían la oportunidad de sobresalir como seres privilegiados.
¿Para qué ir a la escuela?, para qué estudiar y ejercer la medicina bajo el juramento de Hipócrates si puedes vender Herbalife?

De alguna manera creen que esos “productos naturales” son MEJOR que los que da la naturaleza, se descarta el consumir un jugo de zanahoria, un tarro de avena, un huevo con queso; su desayuno estrella es un coctel de polvo de dudosa procedencia.

Y me atrevo a decir que el polvito (o el dinero que reciben por el) los hace por demás agresivos, pues cuando mi pobre pariente les dijo “no gracias” la vendedora pasó por todas las fases del rechazo mal manejado: “Si quieres te lo fio, todos tus problemas de salud se van a solucionar, estás dejando pasar una gran oportunidad, no sabes lo que estás perdiendo, no te das cuenta de lo que dices, ¡allá tú si quieres seguir siendo un fracasado!”.

Por supuesto que las personas que comen compulsivamente tienen problemas, pero no se comparan con los de alguien que vende Herbalife, ¡la verdad!

La desesperación es pasiva

17 Mar

Es doloroso que el sufrimiento se convierta en una fiesta de la grandiosa miseria humana.

 

Miles de personas siguen de cerca el drama japonés como un espectáculo del que sólo participan como espectadores, tampoco hay mucho que hacer; donar dinero, hablar del tema, los residentes sobreviven como pueden a pesar de que millones conocen su tragedia.

 

Las historias de heroísmo sobran, lo extraño es que Chernobyl no fue hace tanto tiempo y ya nadie parece recordar las similitudes, hasta el día de hoy siguen laborando allí personas cuyos turnos son de apenas unos minutos debido al elevado nivel de radiación, los soldados que se encargaron de la construcción para sellar el reactor dañado dieron sus vidas, pero en este mundo la gente siempre quiere un pretexto para regocijarse en el sacrificio ajeno.

 

Se pensaría que Japón, después de lo ocurrido hace 65 años, querría una nación libre de radioactividad, pero sin carbón, petróleo, o gas, ¿qué más podían hacer?

Tal vez considerar las opciones que nadie más pudo o quiso, pero la humanidad en su mayoría prefiere permanecer inerte, y por eso es que ahora todos estamos en este problema que nadie va a solucionar.