Can’t unsee

Her camera screamed «I’m insecure because I have no discernible talent» and it was nothing but the truth.
She was another person who sold herself as an artist to people who couldn’t understand art but were willing to pay to pretend they did.

Her work consisted in taking photos during art exhibitions (at galleries of course), and I was able to spot one single decent photo, the rest were about anything any person could see at any day during any visit. Trivial, ordinary.

The comment of one art gallery owner (or critic, can’t remember) when glancing through this woman’s work revealed the obvious: «Oh look, there’s XYZ, and there’s also a photo of ZYX».

Gabriele Heidecker likes to promote her photos as «works of art themselves» because it’s obvious that if she didn’t try so hard to create a hype nobody would give a DeviantArt’s Favorite to her pictures.

Un juego de pelota

Cada cuatro años es lo mismo para le selección Méxicana de fútbol, pero en esta ocasión a alguien (Jose Ramón Fernandez) se le ocurrió mencionar publicamente que cada cuatro años se infla ese equipo con el fin de explotarlo comercialmente. Gran parte de la población le creyó pero, desgraciadamente, el azar no estuvo del lado de la razón.

Verde
El espectáculo fue mayor que en otros años, se contrató a el entrenador de la selección para un proyecto que supuestamente tendría tanta importancia como la revolución y la lucha de independencia. El hombre invitaba a la población a unírsele en este gran evento.
El gobierno y las televisoras también se colgaron de la fe y desesperanza de millones de mexicanos y los llamaron a consumir infinidad de productos inútiles para demostrar su solidaridad con el equipo.

Blanco
Iniciaron las interminables horas de transmisiones de espectáculos baratos, reportajes tan exóticos que cualquiera pensaría que se filmaban en las zonas más pobres de nuestro país o con los representantes más conservadores de la religión católica.
La selección jugaría contra un equipo Francés totalmente devastado y peleado con su propia prensa; el triunfo llegó y con ello los enfrentamientos entre realistas y fanáticos, estos últimos reclamaban su derecho de soñar en paz, sin personas negativas tratando de convencer de lo obvio.
Y era el momento que gobierno y empresas habían deseado, una gran oportunidad de capitalizar un «triunfo histórico», un evento irrepetible con imágenes que se reproducían más de 20 veces por programa: La selección nacional había ganado un partido.

Rojo
El fútbol es religión en algunos países y la mayoría no veíamos la necesidad de poner resistencia ante tal hecho, sin embargo las escenas de aquel triunfo eran preocupantes; se reflejaba la ansiedad y el miedo, sobretodo en algunos niños.
En las escuelas los pequeños saltaban desesperados y miraban a los adultos tratando de entender como es que debían reaccionar; en la valla del zócalo, frente a las pantallas gigantes, una niña celebró el gol con un grito de angustia.
¿Qué pasaría cuando la selección no cumpliera sus expectativas? Llegó ese día, ni siquiera una semana después.
Parece que en efecto, realmente no esperaban que algo así pasara y quisieron seguirle la corriente a un Cuahutemoc Blanco que decía «esta selección va a ganar el mundial», ¿cómo?, ¿por qué?, ¿es que acaso no vieron el nivel de juego de Brasil, Alemania o Portugal?
No es negación, es ceguera y son ganas de contagiarla.

Así es como para muchos ayer fue el regreso a la realidad, realidad de la que millones nunca salimos pero tampoco disfrutamos viendo como otros la abandonaban envueltos en una bandera de ridiculez.

Disposable babies

What other consequences does a spectacle by the name of «War on Drugs» could have in a society?

The little girl’s face was on every newspaper from the State of Mexico and the D.F., billboards on the main avenues and her story being forwarded through e-mails and social networks; she had disappeared and was asking for help to return home.
Turns out the four year old was dead and according to authorities she had killed herself. For 12 days they searched for her but never considered the option that she had rolled under the mattress and was unable to get out, thus dying from suffocation. 12 days in which her bedroom was inspected by dozens of police men and experts in criminology, days in which news reporters came and went inside the apartment without ever noticing any foul smell, days in which the mother gave interviews sitting on that same bed without realising her daughter was underneath, days in which dogs tried to trace her scent without any luck.
The parents were rich and related to Governor Enrique Peña Nieto of Mexico State. Both parents said they were looking forward to continue with their lives now there was no doubt that the girl’s death had been declared an accident and not a homicide.

Less than a month later the story began all over again, a young man (20 year old) contacts the media because his two kids, ages 1 and 2, had been kidnapped. He lives in a very poor and dangerous area inside the D.F. and asks the residents of that place (Tepito) to help him, the crowd claims there are many similar cases and they demand security, things escalate and a few hours later they are breaking into stores, closing avenues and stealing buses.

A few days pass, the father breaks down and has to confess, his kids were not missing, he sold them to pay a debt. A few hours later the truth comes out: he killed both kids because he didn’t have money to support them but didn’t think killing himself was an option because he wanted to continue the relationship with his wife of five years.

Yesterday 77 people were killed all over the country; two girls as they were leaving their high-school prom, a few guests of a Quinceaños celebration, and the rest labeled as drug dealers.