En las pasadas semanas algo anunciado en la televisión atrajo mi atención, esto es un evento tan extraño que hasta merece una entrada en la humilde bitácora.
Se anunció con fanfarrias una nueva serie llamada «Mujeres Asesinas», pareció interesante pues aun con esta ola de «yo soy detective forense porque ya sabía como iban a terminar todos los programas sobre crímenes que se transmiten cada Domingo» no había visto nada similar, tal vez exista en algún otro país pero hasta el momento la idea no me es familiar.
No se cuantos capítulos tienen planeados como experimento pero tuve la desgracia de ver avances (largos, largos avances) de uno de ellos; casi vomito.
No recuerdo el nombre de la actriz (de la tercera edad) que hace el papel de una especie de curandera de pueblo que por alguna razón se ensaña con su nuera, todas las imagenes están llenas de contradicciones, por una parte la señora tenia el cabello tenido y usaba un atuendo indígena, hacia rituales de charlatanería y padecía fanatismo religioso, además de todo trataba de limpiar sus culpas con el sufrimiento (y juicio) de otros, su hijo no se le parecía, su nuera tenia todo el tipo de chavita de Polanco y todos vivían en el desierto, lugar donde según creo, no hay indígenas.
¿Qué fue todo eso?, una buena dosis de sadismo con breves imagenes que se supone nos explicarían porque no le hemos cambiado de canal. No es profundo, no es sincero, no es honesto y no tiene motivo; violaciones, golpes, sangre, homicidio de una joven, no hay justicia, no hay lógica, no hay veracidad, se quiere arrastrar al televidente con la falsa impresión de que todo ese asco que presenciará tendrá una recompensa (a lo Kill Bill), que el producto proyectado tiene un sentido cuando en realidad ni siquiera por morbo vale la pena, no invita ni al escarnio, seguramente un enfermo depravado lo desecharía por ser algo vulgarmente comercial.
Si Paris Hilton fuera una serie no seria «Simple Life» sino este producto de Televisa.