Glorias pasadas / El Universal me censura V

Amanecimos con el último golpe contra Luz Y Fuerza del Centro, Calderón ordenaba su desaparición durante la noche del Sábado.

No se puede contar con ningún medio de comunicación para hacer una opinión publica e iniciar un debate, pues para no perder la costumbre hay frases y palabras que se deben incluir para ser aceptado, en este caso las siguientes:

– CFE debe absorber a LyFC

– Las funciones de LyFC las debe realizar CFE

– CFE es una empresa mejor que LyFC y no esta costando millones

– LyFC está llena de parásitos

– LyFC es fascista

– Calderón es fascista

Las primeras cinco iban hasta ayer acompañadas de una orden que debía cumplirse con un limite de tiempo máximo de algunas horas, pero a partir de hoy están decoradas con loas y aplausos para ese gran hombre que hizo desaparecer una empresa solo porque tenía un sindicato corrupto.

Una parte de mí se alegra profundamente porque todos esos animales que «trabajaban» en la ahora muy famosa dependencia ya no van a seguir torturando a los usuarios, ahora lo harán otros, tal vez mejor, tal vez con más saña y dedicacion pero al menos a ese grupo se le ha borrado la sonrisa.

Pero hay otra parte de mí que esta regocijante, esa parte es la que sabe que a todos los que hoy ven en Calderón a un estadista verán mañana cantidades monstruosas en sus recibos de luz y que en 10 años se llenaran la boca de insultos y los ojos de lágrimas cuando hablen del enorme despojo del gobierno a los bienes nacionales a favor de ciertas empresas extranjeras.

Hoy los comentaristas amaestrados son incapaces de comprender porque es peligroso que un gobierno utilice la fuerza y no las leyes, todos se muestran furiosos ante cualquier cuestionamiento pues no importa que pase después o porque este pasando, hay que celebrar que ya se solucionó el enorme problema que era mantener a miles de sindicalizados con nuestros impuestos, las cosas solo pueden mejorar pues esos cientos de miles de resultados que da una búsqueda con «Protestas cobros CFE» se quedan para otro tipo de personas, para las que ven todo mal y que no saben leer la importancia de que el jefe del ejecutivo este haciendo grandes cambios.

Solo queda esperar el próximo apagón.